domingo, 24 de marzo de 2013

Mi experiencia con la corrosión causada por la madera

No hace mucho tiempo que descubrí en una vitrina de madera en la que tenía expuestas varias monedas de plata que una de ellas había sido afectada por el cáncer del bronce, es decir, por corrosión.

Aunque la foto no es muy buena, aquí la aporto para ilustrar cómo me la encontré.


En la imagen se aprecian las picaduras en la N de Marina y bajo QUE, así como sobre la R de la segunda Marina. También son visibles otras picaduras menores.

Lo primero que hice fue intentar averiguar cuál había sido el proceso que había dado origen a tan súbita corrosión. 

La moneda había estado guardada desde hacía aproximadamente unos 11 años en la mencionada vitrina con otras monedas, también de plata, todas ellas convenientemente encapsuladas. Sin embargo, había sido solamente ésta la que había desarrollado esta corrosión.

Al principio pensé que la vitrina, al estar poco ventilada, hubiera acumulado la humedad suficiente para causar este efecto. Sin embargo, no me cuadraba el hecho de que esta moneda siempre había estado encapsulada, y por tanto, nunca había sido expuesta a ningún agente corrosivo. Además, ninguna otra moneda había sido afectada.

Tras un tiempo pensando sobre las distintas posibilidades, me encontré con la corrosión causada por la madera. Efectivamente, ciertos tipos de madera pueden originar vapores de ácido acético que, con la humedad adecuada, terminan por producir corrosión.

Al pensar un poco más sobre esta posibilidad, efectivamente la vitrina la compramos nueva y había estado muy poco ventilada, por lo que los vapores podían haberse acumulado. Al mismo tiempo, comprobé que el cierre de la cápsula, aun estando firme, no era el mejor cierre posible.

De esta manera, comprobé que otras monedas no habían sido afectadas porque su cápsula cerraba mejor que la dañada, lo que las había protegido. 

No puedo afirmar tajantemente que la corrosión causada por la madera sea la directamente implicada en mi caso, pero parece verosímil que esa haya sido la causa, pues es la causa que explica mejor lo sucedido.

Las medidas que he tomado para solucionar el problema han comenzado por secar la moneda con un secador para eliminar toda la humedad que hubiera podido entrar en la cápsula así como la mayor cantidad posible de ácido presente en las picaduras; también ventilar la vitrina convenientemente; y veremos si con esto es suficiente para detener el proceso o tendré que probar nuevos métodos más invasivos.

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Oxidación y corrosión: resumen de artículos

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